Luis Malagón: Sueños e ídolos del nuevo guardameta del América

 

Las Águilas anunciaron la llegada del guardameta michoacano para competir con Óscar Jiménez por el puesto titular, por eso te presentamos detalles poco conocidos del medallista olímpico en Tokio.

MÉXICO — El portero Luis Ángel Malagón es el nuevo refuerzo del América y llega al Nido de Coapa para sustituir a Guillermo Ochoa con toda la disposición de buscar la titularidad en 2023 a la par de Óscar Jiménez.

El portero que acudió a Tokio 2020 y que ganó la medalla de bronce junto a Memo Ochoa, platicó con ESPN y reveló sus sueños cuando defendía los colores del Necaxa.

En ese tiempo, Luis Ángel Malagón había sufrido la pérdida de su abuelo Gildardo Velázquez Moreno, un hombre al que consideraba su héroe y quien le enseñó a querer el fútbol. Habló sobre las adversidades que había tenido y la manera de superarlas, como cuando fue despedido del Santos, club en el que empezó a jugar en las fuerzas básicas, por indisciplina.

“Me corrieron por indisciplina”, ya que por andar con una novia llegaba a la hora límite a la casa que Santos destinaba para los juveniles. “Ellos tenían que enviar un correo y no lo hacían. O había internet en la casa y no comíamos o comíamos y no había internet; la situación económica no era fácil”.

Fue enviado a un equipo de Tercera División, en Zamora, y cuando volvió un año después ya le tenían un boleto de regreso a su tierra. Recibió sus papeles y casi enseguida comenzó su historia con el Morelia, cuando el equipo michoacano era dirigido por Enrique Meza.

Sus ídolos: Su abuelo y Oswaldo Sánchez

Luis Ángel Malagón salió de su casa de Zamora, Michoacán, a los 12 años y se fue a Torreón para entrar a las fuerzas básicas del Santos, guiado por la idolatría que sentía por Oswaldo Sánchez. “En toda mi infancia mi ídolo fue Oswaldo Sánchez.

“Cuando yo tenía como 4, 5 años y Chivas jugaba a las 12 del día y veíamos sus partidos, yo le decía a mi papá: ‘quiero ser como ese señor’. Prácticamente, Oswaldo fue mi padrino”, afirmó el nuevo jugador del América.

“Yo estaba en la secundaria en Torreón y ya salía de tercero. Teníamos que tener un padrino para que nos acompañara en la fiesta. En mi sueño guajiro pensé en decirle a Oswaldo, se lo pedí y me dijo que sí. Al final no pudo porque se fue de vacaciones, pero mandó al entrenador de porteros (Arturo Cruz) y me mandó un reloj de regalo, estaba impresionante. Luego cuando nos vimos me regaló una playera, creo, del Mundial”.

Cuenta Luis Ángel Malagón que Oswaldo Sánchez le decía: “‘Qué pasó, ahijado’ y yo le digo padrino. Era un privilegio ‘cañón’ que me saludara; era uno de los mejores porteros de México. Después me regaba guantes, zapatos y parecía que yo vivía un sueño, pues lo conocí cuando yo tenía como 13, 14 años”, agregó.

Acerca de su abuelo, quien falleció de un infarto fulminante en Zamora: “Le decía yo a mi mamá que la noticia fue como un golpe bajo, como si me hubieran echado agua helada en la cabeza. Fue una impresión muy fuerte”, comentó.

“Soy el nieto más grande y todos los fines de semana era de ir a comer con mi abuelo, ya sea al río o al barranco o a otros lugares de Zamora. Siempre será una imagen muy importante en mi vida. Por él aprendí el gusto por el futbol, por él aprendí a trabajar”, dijo en agosto de 2020.

Cuando Luis Ángel Malagón charló con ESPN su sueño era jugar un Mundial; no se veía muy cerca de Qatar 2022, pero sí de Estados Unidos, Canadá y México 2026.

Malagón, quien participó en los Juegos Centroamericanos y del Caribe 2018 y los Juegos Panamericanos Lima 2019, se consideraba dentro de un grupo de porteros aspirantes a llegar al éxito, junto a Carlos Acevedo, Luis García, Raúl Gudiño, José Hernández, Sebastián Jurado y Gibrán Lajud.

“Creo mucho en Dios y sé que impone y acomoda los tiempos a su medida y a su modo, de ahí la frase de ‘los tiempos de Dios son perfectos’. Sueño jugar un Mundial y sé que se dará en algún punto”.

También tenía la ilusión de ser presidente de México o, por lo menos, presidente de su pueblo, para ayudar a la gente a salir de los problemas que dijo se viven en Zamora, “y de no haber sido futbolista habría sido militar”.

¿Por qué quiere ser presidente de México? Él lo responde: “…El cambio primero empieza por uno, por nuestra trinchera. Me encantaría ser presidente. He visto que cuando andan de políticos van a las colonias más pobres a pedir apoyo y luego ni ‘pelan’ a la gente. México es un país muy vasto, muy rico, y muchas veces no nos fijamos en eso, pudiendo sacar el mayor provecho de la mejor; si así se hiciera México sería otro país”, expresó.

“Si no soy presidente de México quiero ser presidente de mi pueblo algún día, de Zamora, y ayudar a mucha gente; si de la tierra se sacan 100 toneladas de papa sacar 200, de repollo, de cilantro. Quizá soy muy ranchero, pero es de corazón, ayudar a mejorar las cosas de mi pueblo”.

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