Barcelona vuelve a rugir en Europa tras el baile al Napoli

 

NÁPOLES — El Barcelona venció, goleó y convenció, en Nápoles y jugará los octavos de final de la Europa League… rompiendo además un racha negativa en Europa, donde no ganó ninguno de sus últimos cuatro partidos de eliminatora directa disputados lejos del Camp Nou, todos en Champions, y arrastraba desde que venció la misma competición en 2015 una estadística desoladora.

Una primera mitad primorosa, apenas ensombrecida por el error de Ter Stegen al provocar un penalti tan extraño como innecesario, mostró la imagen tan esperada por Xavi. Marcó el Barça el primer gol de manera totalmente contraria a su personalidad, en una contra soberbia conducida por Adama, pero a partir de ahí jugó como quiso ante un Napoli que intentó tan desesperada como inútilmente hacerle frente.

El Barça no tuvo ninguna dificultad en imponer su fútbol y, tal como en Mestalla el último domingo frente al Valencia, sentenció a un rival que peleó a golpes de genio. Y se estrelló contra la lógica impuesta por los barcelonistas.

No hubo discusión futbolística y sí elogio del crecimiento que tanto ha proclamado Xavi y que comienza a verse en el césped. Habrán tropezones, sin duda, porque es un equipo este Barça en construcción. Pero que ya ruge en Europa, por fin.

PASO AL FRENTE

Dio el equipo ese paso al frente reclamado por su entrenador, que en la víspera avisó que él ni sabía ni estaba en el club durante esta última etapa tan crítica en Europa, donde casi todos los partidos de eliminatoria directa se habían cerrado en falso.

Desde aquel 6 de junio de 2015 y hasta este 24 de febrero de 2022 el Barça había disputado doce partidos de eliminatorias continentales lejos del Camp Nou… Y solamente fue capaz de ganar dos de ellos. Más allá de las eliminaciones históricas sufridas ante Bayern, Liverpool, Roma o Juventus, la realidad y el marcador explicaban la debilidad de un equipo impotente a la hora de hacerse notar fuera de su estadio y que, ya sea por fútbol, eficacia o suerte, evidenció no ser conjunto preparado para pelear por lo más alto.

Nápoles, el Stadio Diego Armando Maradona, acabó por ser el final de una pesadilla. Al menos de momento pero dejando claro, también, que como afirmó Xavi Hernández en la previa, este equipo va recuperando, con tanta urgencia como necesidad, la personalidad del pasado. El entrenador del Barça proclamó que el camino al éxito vestido de azulgrana es a través de la pelota y el buen juego y esa afirmación no deja de tener cierta relevancia y certeza.

Hasta llegar a Nápoles el Barça llevaba jugados diez partidos en este 2022, de los que no perdió ninguno en los 90 minutos (cayendo tanto frente al Real Madrid en la Supercopa como ante el Athletic en la Copa en la prórroga). El Barça de Xavi, que se estrenó en el banquillo el 20 de noviembre de 2021 en un derbi que venció al Espanyol en el Camp Nou por 1-0, va creciendo.

Bajo el mando de Luis Enrique, en la temporada 2015-16, el Barça venció por 0-2 en los octavos de final al Arsenal y ya a las órdenes de Ernesto Valverde lo hizo 0-1 en los cuartos de final del curso 2018-19 en Old Trafford frente al Manchester United. Fueron las únicas victorias a domicilio, a lo que se añadió un 1-1 frente al Chelsea en 2018, un 0-0 en Lyon en 2019, un 1-1 en Nápoles en 2020 y el 1-1 en París en 2021, después de que el PSG hubiera arrasado en el Camp Nou al Barça de Ronald Koeman.

Muy pocos goles marcados y demasiados concedidos porque se anotaron apenas 8 y se encajaron 27 en esos 12 partidos de eliminatorias, de los que solo en tres el rival del Barça se quedó sin marcar… Y hasta en seis no lo hizo el equipo azulgrana.

Hasta llegar, volver, a Nápoles. Al Stadio Diego Armando Maradona donde el Barça dio un golpe de efecto, un puñetazo sobre la mesa para recuperar ese rugido que antaño le señalaba como uno de los grandes de Europa.

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